viernes, 17 de febrero de 2012


Puertas al paraiso. 
Tú escondes a través de ti, aquello que he buscado desde el principio de los tiempos.
Haz escondido lo que mi alma necesita y ansía desde siempre.
Haz sido tú quien robó mi cautela y mi calma,
lo haz convertido todo en sublimes susurros de lo que alguna vez gritó mi ser. 

Susurras desaliento y malestar.
Gracias a ti que no vivo.
No vivo aquello para lo que fui enviada.

Desapareces como neblina a los ojos de aquel que no puede ver
sino solo sentir.

Sentir tu orgullo por verme aquí, derrotada,
aquí parada frente a ti,
suplicando airada la llave para acceder a lo que deseo. 

Sé que no he hecho nada bien.
Todo en mi ha sido conflicto,
porque mi camino estuvo siempre lleno de esto.
¡Nada de flores! No.
Sólo espinas para mí. 

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