domingo, 10 de noviembre de 2013

un amor jamás visto.

Me acerqué a ti, en rotundo silencio, puse mis manos sobre tus hombros como esperando a ver tu reacción.
Justamente, en el segundo exacto, hiciste lo que pensaba que harías, diste media vuelta en tu silla giratoria, me miraste y me dijiste tanto, con tan solo un silencio y una sonrisa en los labios.


Las palabras que en mi mente se deletreaban una a una, no podían ser perfectas, como el momento que estábamos viviendo, así que sólo guardé silencio.
Los segundos no me alcanzan para amarte menos de lo que te amo.
Mi cuerpo actuó en defensa de tu dulzura, extendiéndose mis manos hasta tocar tu cabello y juguetear con ellos, con mis dedos. 


Mi mirada te dice que la espera sigue en pie, que aunque me he equivocado, he tomado esas equivocaciones como fuerza para seguir en la puerta del destino, esperando. 

Sin duda nuestro amor vale la pena, un amor que nada ni nadie lo va a comparar jamás.
Mi mirada de esperanza y una pizca de ansias, te dice que nuestra historia será de un amor jamás visto. 


 

sábado, 20 de abril de 2013

Otra vez y una vez.

Cada día me visto de asombro, cubriendo mi cabeza con un velo resplandeciente.
Aquel velo que cuido con mi vida, si fuese necesario.
Para cubrir mi cuerpo, lo hago con un traje.
Un traje blanco, de lino fino.
El cual también cuido y lavo día tras día para tenerlo impecable.
Hay veces que me arreglo para ti y tu no llegas.
Otras veces, sé que me vienes a buscar y soy yo quien no abre la puerta.

Días siguientes viene el arrepentimiento y desde adentro siento la nostalgia y la necesidad de verte  otra vez, de escuchar tu voz.
Te busco otra vez y te doy mil excusas para que arreglar todo de una vez.
De nuevo.
Me extiendes tu mano y me abrazas.
Acaricias mi alma y mi espíritu, haciendo que mis suspiros sean tuyos otra vez.
Lo vuelves a llenar todo en mí y eres el centro de mi vida.

Meses más tarde, me sorprendes con nuevos regalos, día a día.
Cada día tienes nuevas cosas para mí y yo sigo con mi vestido y mi velo intacto para ti.
Aún los sigo cuidando con mi vida, porque sé que a ti te gusta así.