miércoles, 25 de enero de 2012

Solo callo y no pienso más.

Puedo rodearme de gente, pero esta soledad no desaparece.
Hay algo que me falta, algo que debe ser propio,
algo que no me abandone ni me deje por segundos.
Busco algo que llene este vacio, algo que no desaparesca
en momentos buenos ni malos.
Lo siento si estoy pidiendo demasiado, pero mi necesidad ... es demasiada.
Necesidad... ¿de qué?
Lo tengo todo, tal vez necesito tener NADA.
Pero... ¿qué es nada?. Alomejor lo es TODO, quien sabe,
nadie en este mundo sabe la verdad de la vida.
Creen saber que hacer en ella, pero ¿realmente es asi?. No lo creo.
Si supieran vivir, entonces no tendrian problemas.
Ni con si mismos, ni con otros. Pero demostramos que no es así.
Todos lo hacemos.
¿Por qué hay suicidios, guerras y matanzas por donde quiera que vaya?
Esto es el campo de batalla, es una propia guerra.
Me arriesgaría a pensar que estamos atrapados en nuestro propio campo de concentración,
creyendo que somos libres... Pero nada es como debiera ser.
Si hay algo que nos sustenta, entonces creo que no es válido porque estamos tan mal. 

Me gustaría hacer cambios, empezando por aquellas lacras vivientes del mundo.
Siempre pregunto a Dios: ¿Por qué ha dejado que esas personas existan?. 
Pero siempre responde: Porque soy Dios y yo decido. Y luego respondo: Lo siento, si lo sé.
Es tu trabajo hacer esto, finalmente tu guías el destino de todos nosotros. ¿Qué mas puedo hacer?
¡Nada!. Me respondo. 
Entonces abro los ojos y veo mi equivocación. 
No necesito nada si TÚ, Dios, estas conmigo. ¿Por qué dudarlo? 
Si, para mi es cierto, siempre lo ha sido. 
Callo y no pienso más. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario