sábado, 11 de febrero de 2012

Sé lo que vi.


La historia de mi vida, pasa frente a mi.
Enrostrando aquello que yo desterré de mi alma el dia en que todo se torno oscuro y casi irreconocible.

Estaba ahí, mirándome, se movia de aca para allá, trataba de buscar mis ojos, 
ella queria saber como estaba mi alma aun. 
La estaba comparando a ese tiempo... en la que mi historia era la suya.

Lo comparaba a todo aquello que yo era Antes ... cuando las cosas era raras y extrañas.
Cuando mi historia era retorcida y pequeña a la vez.
Haciendo que me atemorizara porque no era normal.

Pero luego frente a ella, se aparece ese hombre.
Ese hombre con ojos brillantes.
Aquel caballero resplandeciente al cual nunca pude reconocer su rostro. 
Aquel caballero que nunca abrió su boca para hablarme, 
sino que me respondía con sus ojos.
Y lo mas extraño de todo, era que yo le entendía. 
Y aunque todo para mi era desesperante, a su lado todas aquellas cosas fueron nulas.

Cuando me tomó la mano, sentí como si el fuego y el agua me tocaran a la vez.
Como si algo violento y delicado, rozando mi mano estuviera junto a la suya.
Fue extraño, pero en el momento... No lo era.

Tal vez ese hombre era el que yo quería para toda mi vida.
Pero solo una vez lo vi, de forma tangible.
Luego lo encontraba solamente en mis sueños y hasta cuando cerraba los ojos,
estaba ahí, frente a mí.

Fue ese hombre quien me dio paz,
fue él quien calmó ese sentimiento horrible del que ya no recuerdo.
Fue el quien me enseñó el nuevo lenguaje del amor y la tranquilidad.
Fueron aquellos ojos, los que me hicieron ver hermosa,
como nunca antes lo habria imaginado.

Yo me reflejaba en sus ojos y era algo sorprende, yo era bella,
tan bella que casi indescriptible es para mi poder deletrearlo.
Pero aún lo recuerdo !

Esto no se va de mi mente, por más que yo le pida a este hombre salir de mi vida. 
Se lo he dicho una y mil veces para poder verlo tangible de nuevo, 
para poder abrazarle y poder tomar su mano otra vez, 
pero el solo me responde que esta mas cerca que aquella vez en la que sus ojos me hablaron, 
y yo no lo entiendo, pero solo al escuchar eso comienzo a sentir escalofríos. 

 Es como si mi cuerpo supiera de que estoy hablando. 
Es como si todo es real, pero mi mente lo rechaza.
Yo sé lo que vi, yo lo sé. 

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